Bad things

When you came in the air went out.
And all those shadows there filled up with doubt.
I don't know who you think you are,
But before the night is through,
I wanna do bad things with you.
I wanna do real bad things with you.

Controversia

Jarold Bray, 30 años, divorciado. Rubio, rasgos varoniles, espalda atlética, buen trasero. Final de la barra.

Blue se relamió los labios sonriendo al ‘’desconocido’’ que la miraba tan descaradamente. Se colocó su melena de bucles negros y pestañeó provocativa. Una, dos, tres veces. Sólo hizo falta eso para que él avanzara hacia ella con el deseo marcado en cada una de sus facciones. Blue sonrió satisfecha, nunca fallaba. ¿Cómo iba a fallar? Curvilínea, proporcionada, piernas de escándalo, ojos grandes esmeralda, unas inocentes pecas decorándole la cara y unos jugosos labios rojos. Era una diosa, y ella lo sabía. Y le gustaba.

- Hola preciosa, me llamo Jarold.

- Hola Jarold - contestó ella con lentitud, saboreando todas las sílabas.

- ¿No me vas a decir tu nombre? – inquirió él, sonriéndola.

- ¿Acaso importa? – Blue se levantó, asegurándose de que él le seguía -. Estoy convencida de que hay cosas mejores que hacer.

Se dirigió a la salida del pub contoneándose provocativamente delante de su presa. Él estaba ansioso, y ella lo notaba, se moría por recorrer cada curva de su cuerpo. Blue se metió en un callejón oscuro y Jarold sonrió complacido. Con un gesto brusco le puso contra pared y le mordió el cuello provocándole un escalofrío y unas ganas inmensas de hacérselo allí mismo.

- Joder, nena, cómo me estás poniendo – suspiró mientras la manoseaba el culo.

Aún no has visto nada, pensó ella mientras juguetona le aflojaba el cinturón. Metió la mano dentro y acarició su excitado miembro suavemente, con mano experta. Blue le miró, tenía los ojos cerrados y la boca semiabierta. Estaba listo. Sacó la mano de su pantalón y con un movimiento maestro le partió el cuello.

Ya había aprendido a no sentir remordimientos después de matar, sabía que era necesario librar al mundo de malas personas. A eso se dedicaban las de su especie, las zedidi. Un grupo de mujeres no muy numerosas repartidas por todo el mundo que trabajaban para la más poderosa de ellas, Cornelia. Era zedidi, pero corría por sus venas sangre de bruja. Ella les daba los nombres de las víctimas, y ellas le entregaban el alma de éstas. Cornelia les proporcionaba unos colgantes que servían para mantenerse en contacto unas con otras y, lo más importante, les proporcionaba magia, fuerza, poder. Claro que para ser zedidi no basta con eso, cada una de ellas posee un poder de seducción innato y una belleza extraordinaria, además de estar marcadas con un lunar violeta en la nuca que las identificaba como tales. Las zedidi se criaban sin padres, casi siempre siendo adiestradas por otras de su especie desde pequeñas. Pero Blue había sido especial, había sido aprendiz de la más grande de todas, de Cornelia, lo que la hacía ser la mejor. Y ser envidiada por ello.

Blue sacó un frasquito de su bolso y se arrodilló frente al cadáver. Cerró los ojos fuertemente mientras se concentraba y visualizaba una imagen en su cabeza. Vio como poco a poco salía el alma de Jarold de su cuerpo y se iba metiendo en el frasco de cristal. Abrió los ojos, el contenido tenía un color granate. Cuanto más oscura era un alma, peor era la persona. Le puso el tapón y se lo metió en el bolso. Se sentía agotada, asique asegurándose de que el cadáver no se viera desde fuera del callejón, se marchó a su piso en el centro de la ciudad. Tomó una ducha de agua caliente y se metió en la cama sin vestir.



Bueno, esto es parte del primer capítulo de una historia que escribo llamada Controversia. Aún no está acabada, la voy escribiendo de rato en rato, como las demás, pero quería saber qué os parece o si está interesante. Gracias :)